Sin Fronteras
Después de mucho tiempo de soñar con un gran anhelo, por fin el universo conspiro lo necesario para que lo realizará, y realmente el universo conspira por que todos y cada uno de los factores o pasos que se requerían para ser logrados se fueron realizando uno a uno.
De pronto se pueden tener grandes aspiraciones y no
necesariamente concretarlas o llevarlas a la práctica, casi nunca se logran las
cosas por mérito propio, siempre necesitas el apoyo de terceros para ser concretadas,
sin embargo, creo que se necesita también tener una gran dosis de constancia y
ganas de seguir adelante para que las cosas comiencen a andar, y la verdad en
el camino no solo basta con andar, también hay que sortear los obstáculos y
fronteras que nos presenta la vida o tener la visión necesaria para saber el como
llegar a nuestros sueños. Sin embargo es mucho mas importante tener un porque,
y el porque se traduce en todo aquello que queremos y anhelamos de la vida, de
nuestra vida.
Gran parte de
este logro como lo mencione anteriormente no se logra solo, es aquí donde
empiezan los porque’s. Porque no basto simplemente con desear, había que
trabajar mucho y muy duro, no desalentarse, ni bajar la guardia en ningún
momento a pesar de toparse con tantas
fronteras de todos tipos (La información necesaria, el idioma, los recursos
suficientes, la motivación, etc.)
Así es que parte
de este gran logro se lo debo a mi familia, que es aquí donde nace el primer
porque. Por que gracias a la gran confianza depositada en mi no podría
permitirme darme el lujo de que simplemente las oportunidades pasaran, habría
que buscarlas y perseguirlas, sin embargo esa búsqueda nunca hubiera sido
posible de no ser por la gran entrega, entusiasmo y compromiso en su trabajo de
parte de la Responsable de Movilidad América
del Norte, Asia, Caribe, Oceanía (Lic. Claudia Balpuesta) de mi
universidad que fue fundamental para su culminación, mi mejor enlace con el
mundo exterior y mi universidad destino, que muy atinadamente me dijo en mi
primer contacto con ella que si había un lugar ya reservado para mi, seria ella
quien me ayudaría a concretar esta gran aventura.
Y es así como
ya estaba planeado que fuera yo, Sonia Villaseñor, la estudiante extranjera de
la Universidad de Guadalajara de Ingeniería Industrial que llegaría de intercambio
a un destino al norte de mi continente, Canadá, específicamente a una región un
tanto particular primeramente por su idioma, Québec, que si bien de habla
francesa ya estudiada no sería lo mismo lo aprendido en las aulas que interactuando
con la gente del lugar y mas aún tomando clases con profesores nativos, y en segunda por sus climas
extremosos y tan distintos al acostumbrado.
Pero todas y
cada una de las etapas vividas el día de hoy al echar un vistazo atrás valen tanto la pena
que con gusto lo volvería a vivir una y otra vez, ya que lo que fui a aprender
o a cursar no simplemente fueron asignaturas, y las calificaciones que recibí
no se pueden simplemente resumir a aprobado o no. Lo que aprendí fueron tantas
y tan variadas experiencias que cada una
de ellas es importante para el día del mañana; para el día a día; para hoy, cosas que no son tangibles, pero cosas que
simplemente están ahí como fueron estilos de vida, costumbres diversas,
vivencias nuevas, viajes, amistades, trabajo en equipo, valores y el saber que
es posible conquistar nuevos horizontes a pesar de todo.
Vivencias que
el día de hoy me hacen una mejor persona y que me permiten compartir lo mejor
de ellas con la gente que quiero y me rodea, con personas o estudiantes que
comparten este sueño ya, que están viviéndolo o que quisieran vivirlo. Pero
principalmente el simple hecho de saber que dentro de mi ya no existen mas fronteras.
Sonia Villaseñor
Universidad de
Guadalajara
‘’Piensa y
trabaja’’
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